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Los bosques lluviosos: Conservando lo que queda
Hongo blanco en un tronco en proceso de descomposición, Parque Nacional Manú, Perú. (Foto de R. Butler)
PLANTAS MEDICINALES
Las plantas no solo sirven de alimento y como reservorio genético. Cada vez más, las plantas y en menor grado los animales del bosque lluvioso son la fuente de compuestos útiles para propósitos medicinales. El bosque lluvioso se ha catalogado como el más grande laboratorio químico donde cada especie experimenta con varias defensas químicas para asegurar su sobrevivencia en el duro mundo de la selección natural. Estas especies han estado sintetizando estos compuestos durante millones de años para protegerse contra los depredadores, infecciones, plagas y enfermedades. Esto hace de las especies del bosque lluvioso un excelente acervo modelos químicos con los cuales los investigadores pueden crear nuevas medicinas.
Las plantas del bosque lluvioso ya han demostrado evidencias notables de su potencial como remedios para todo tipo de problemas médicos, desde la leucemia infantil hasta el dolor de muelas. Setenta por ciento de las plantas que el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos ha identificado que poseen características anti cancerígenas se encuentran únicamente en el bosque lluvioso tropical. Algunos ejemplos de estas plantas, responsables del 25% de las medicinas usadas en Occidente, se muestran en esta
tabla.
A pesar de ser tan prometedoras, menos del 5% de las especies vegetales de los bosques tropicales (y 0.1% de las especies animales) han sido estudiadas para determinar su composición química y valor medicinal. Cada vez que se descubre una planta con las cualidades necesarias, su estructura química es analizada rigurosamente, después de lo cual se somete a ensayos clínicos para probar su efectividad y seguridad antes de obtener la aprobación final de la Administración de Alimentos y Medicinas de los Estados Unidos. Aún así, el uso de especies del bosque lluvioso se esta volviendo un proceso convencional. En 1983 ninguna firma farmacéutica estadounidense estaba involucrada en la investigación de estas plantas. Actualmente existen alrededor de 100 corporaciones y agencias de gobierno que están estudiando a estas especies por sus capacidades medicinales.
Una de estas organizaciones, el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, realiza pruebas con especies del bosque lluvioso en busca de efectos contra el cáncer y el VIH-SIDA. Debido a que hay muchísimas especies vegetales, los investigadores del instituto se concentran en los parientes cercanos de las plantas que ya se conoce que producen compuestos útiles. Otro método es elegir las plantas que muestren características que indiquen que tienen un efecto sobre los animales, como la prevención de plagas de insectos. Muchos químicos tóxicos para los insectos tiene bio-actividad en los humanos, lo cual significa que pueden tener futuro medicinal.
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La medicina contra el HIV proveniente del bosque lluvioso casi se pierde antes de su descubrimiento 13 de septiembre de 2005
Desde hace tiempo se ha reconocido el potencial de las plantas del bosque lluvioso para producir compuestos curativos. Las tribus indígenas del bosque han usado hierbas medicinales para el tratamiento de una amplia variedad de afecciones, al tiempo que los farmacólogos occidentales han derivado un buen numero de medicinas de tales plantas. Sin embargo, mientras continúen derribándose los bosques alrededor del mundo —solo el Amazonas ha perdido más de 200 mil millas cuadradas de bosque desde la década de 1970— existe un riesgo latente de que las plantas de utilidad farmacéutica desaparezcan antes de que sean examinadas sus propiedades químicas. Cada vez más, esto se vuelve una carrera contra el tiempo para colectar y estudiar a las plantas antes de que sus hábitats sean destruidos. Recientemente casi se pierde un compuesto que muestra efectos significativos contra el HIV (virus de inmuno deficiencia humana).
Los poderes medicinales explorados en las plantas del Conservatorio de Flores de San Francisco 6 de septiembre de 2005
Las plantas tienen una larga historia de uso humano para el tratamiento de una amplia variedad de dolencias, desde la leucemia infantil hasta las resacas. De hecho, muchas de los fármacos de los que actualmente disponen los médicos occidentales tienen una larga historia como remedios herbales, incluyendo a la quinina, el opio, la aspirina y la coca. La mayoría de las plantas más prometedoras se encuentran en los bosques lluviosos tropicales del planeta, que albergan quizá el 50% de la biodiversidad de la Tierra. Estos ecosistemas están amenazados por la deforestación por lo que su prospección se ha convertido en una alta prioridad para los farmacólogos antes de siga avanzando la destrucción de los bosques.
¿Medicinas provenientes del chocolate?. El productor de dulces Mars se encuentra en pláticas 25 de julio de 2005
De acuerdo a informaciones de Reuters, la compañía estadounidense Mars, que produce los chocolates M&Ms, Twix, Snickers y otras golosinas, se encuentra en pláticas con algunas de las grandes corporaciones farmacéuticas para desarrollar medicamentos a base de flavonoles —químicos vegetales benéficos para la salud como los encontrados en el cacao.
Las plantas del bosque lluvioso ayudan en el tratamiento de la Soriasis 14 de julio de 2005
Un compuesto derivado de un árbol del bosque amazónico es efectivo en el tratamiento de la enfermedad cutánea llamada soriasis, según un estudio dado a conocer el mes pasado en la revista de la Federación de Sociedades Americanas para la Biología Experimental.
¿Cómo ganaron los curanderos del bosque lluvioso su infinito conocimiento de las plantas medicinales? La respuesta: nadie lo sabe 14 de mayo de 2005
Los etnobotánicos, que estudian las relaciones entre la gente y las plantas, desde hace bastante tiempo han estado conscientes de que los habitantes del bosque lluvioso tienen un sorprendente conocimiento sobre plantas medicinales. Durante miles de años, los grupos indígenas han usado las plantas del bosque para cubrir sus necesidades de salubridad —los pueblos del sureste asiático utilizan 6,500 especies, mientras que los pobladores del noroeste del Amazonas emplean 1,300 especies para propósitos medicinales. Actualmente los farmacólogos y etnobotánicos trabajan junto a curanderos nativos para identificar prospectos para el desarrollo de nuevos medicamentos.
Curanderos y Robots: Enlazando el Pasado y el Futuro de la Etnobotánica y la Bio-Prospección 25 abril de 2005
Desde muy temprano en la historia humana, la gente ha dependido de las plantas medicinales para curarse de varias enfermedades. La etnobotanica es el estudio del conocimiento de las plantas y las costumbres agrícolas de la gente. Esta siendo explorada por los farmacólogos para el desarrollo de medicamentos. Dado su vasto conocimiento de las plantas medicinales, las tribus indígenas han sido la fuente tradicional para la recuperación de información para su aplicación en la medicina moderna —el valor medicinal de las plantas es altamente significativo— y nunca como ahora. Los bosques tropicales están repletos de plantas que poseen propiedades curativas. Estos ambientes biodiversos proporcionan una auténtica gama de flora repleta de compuestos de valor medicinal, que la población indígena ha utilizado durante siglos.
Coral, Coiba y la Mejor Alternativa. Bio-prospección en Panamá Abril 20, 2005
La isla más grande de la costa centroamericana del Pacífico puede estar escondiendo grandes secretos en sus arrecifes, entre los que se encuentra una posible cura para la malaria. La isla de Coiba, a 12 millas de la costa de Panamá, que alguna vez fue una famosa colonia penitenciaria, esta al borde de la transformación. La isla de 10 millas de ancho por 30 millas de largo posee un una ecología única que puede albergar medicamentos potenciales para el tratamiento de numerosas enfermedades. El futuro de Coiba depende de la forma en que el gobierno maneje sus recursos.
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Los usos indígenas de las plantas también pueden ofrecer evidencias de plantas potencialmente útiles. Durante miles de años, los grupos indígenas han usado las plantas del bosque lluvioso para cubrir sus necesidades sanitarias, experimentado con una amplia variedad de especies. Las tribus del sureste asiático usaban 6,500 especies, mientras que los habitantes del noroeste del Amazonas usaban al menos 1,300 especies para propósitos medicinales. La tasa de éxito en el descubrimiento de plantas medicinales tradicionales es alta debido a que las tribus del bosque lluvioso, principalmente los curanderos, han estado experimentando con varias combinaciones y dosis durante generaciones. Un estudio reciente hecho en Samoa encontró que 86% de las plantas usadas por los curanderos locales producía actividad biológica en las personas.
El Instituto Nacional del Cáncer puede examinar rápidamente compuestos que tengan actividad contra 60 tipos de cáncer. Cuando el material es prometedor los investigadores químicos aíslan las moléculas responsables de la actividad y después comparan la estructura molecular con la de compuestos conocidos. En ocasiones la molécula ya había sido identificada, pero no se había usado para efectos medicinales; otra veces la molécula es alterada para producir la acción deseada. Si la molécula presenta potencial medicinal, se analizan ciertas características como la seguridad, la efectividad y los efectos secundarios. Si pasa estas pruebas, una compañía o agencia gubernamental debe financiar el ingreso del medicamento al mercado —un proceso que cuesta más de $800 millones de dólares y que puede tomar hasta 12 años. Antes de que alcance el mercado público, la medicina debe pasar rigurosos ensayos clínicos. Según el Instituto Global para el Desarrollo de la Biociencia, de cada 10,000 a 20,000 compuestos examinados en la etapa de investigación básica, cerca de 250 logran llegar a la etapa de prueba pre-clínica. De éstas, cinco medicamentos candidatos llegan hasta las pruebas clínicas y solamente uno se convierte en una medicina aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de los E.E.UU. Es por ello que el proceso de llevar un compuesto medicinal, o cualquier producto farmacéutico, del bosque lluvioso hacia el mercado es costoso y prolongado.
No obstante, las ventas comerciales de esas medicinas regularmente son enormes: los dos químicos derivados de la vincapervinca de Madagascar producen ganancias de $160 millones de dólares al año. Generalmente las grandes compañías son las más beneficiadas con estos proyectos, mientras que los habitantes y curanderos de la región obtienen muy poco a cambio. Por ejemplo, nada del dinero que se obtenía por los compuestos (vincristina y vinblastina) derivados de esta planta, regresaban a su país de origen. Sin embargo, cuando la patente medicinal expiró, Madagascar pudo volver a exportar toneladas de vincapervinca al año.
Esta práctica, conocida como bio-piratería, era cotidiana en el pasado. Mientras las compañías farmacéuticas acumulaban millones en ganancias, la comunidad que encontraba la planta medicinal recibía cupones para obtener gorras de béisbol y aspirinas como compensación. Uno de los episodios más grandes de bio-piratería ocurrió durante el siglo pasado cuando los ingleses sacaron de contrabando (al menos eso afirman los brasileños) semillas de árboles de caucho para establecerlas en su colonia de Malasia, lo cual significó el fin del monopolio amazónico sobre el caucho.
Recientemente se desató una agria batalla entre la Fundación Interamericana, una agencia estadounidense de desarrollo y la COICA (Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica), una organización que representa a los pueblos indígenas de esa región, sobre la ayahuasca o yagé.
El yagé es un famoso alucinogeno que se deriva de una liana del bosque lluvioso y otras plantas, que es usado ceremonialmente en las poblaciones amazónicas. EL incidente de piratería se inició en 1986 cuando un estadounidense que visitaba Ecuador tomó sin autorización una muestra de yagé, con la que adquirió una patente del gobierno americano. Hoy en día, Estados Unidos, a través de la Corporación Internacional de Plantas Medicinales, está trabajando con el yagé para desarrollar fármacos psiquiatricos y cardiacos. La COICA afirma que los estadounidenses no tienen derecho a patentar, sin permiso, un compuesto vegetal que ha sido usado por los pueblos indígenas durante generaciones. Para complicar las cosas, el senado de Estados Unidos se niega a ratificar la Convención sobre Biodiversidad de la ONU, que ha sido ratificada por más de 100 países, incluyendo a Ecuador. El acuerdo de la ONU incluye el reconocimiento de los derechos de propiedad intelectual de los pueblos indígenas.
Este tipo de explotación sin compensaciones ha sido la tendencia usual, aunque actualmente una porción mayor de la ganancias regresan a las comunidades indigenas. La mayoría de los países tropicales no están preparados para analizar el valor medicinal de las especies y carecen de los fondos para realizar esas actividades, así que probablemente la investigación y el desarrollo medicinal continuarán siendo dominados por los países industrializados. Sin embargo, se debe abordar la cuestión de las compensaciones al país de origen del producto, si es que se pretende preservar los bosques lluviosos tropicales que son la fuente de esos productos.
Varias empresas farmacéuticas han aceptado compartir sus ganancias con los habitantes locales. El medicamento Prostialin, aislado en 1984 de un árbol originario del bosque lluvioso de Samoa, ha mostrado durante algunas pruebas una fuerte actividad contra el VIH. Con su descubrimiento, el Instituto Nacional del Cáncer ha garantizado que parte de los ingresos por la venta de esta medicina serán retribuidas a los samoanos. Como resultado de estas medidas, ha sido establecido el décimo quinto parque nacional en Samoa para fomentar que los curanderos locales usen las plantas medicinales de manera sustentable, de tal forma que su conocimiento pase hacia las siguientes generaciones. De forma similar, en 1991 Merck invirtió un millón de doláres en un proyecto del Instituto Nacional de Biodiversidad de Costa Rica (INBIO) para apoyar los esfuerzos para catalogar y examinar compuestos. El instituto colectará e identificará organismos y enviará muestras a los laboratorios de Merck de las especies más prometedoras para la realización de ensayos medicinales. Si los compuestos resultan útiles y las medicinas resultantes llegan al mercado, el gobierno de Costa Rica recibirá parte de las ganancias, que serán destinadas a proyectos de conservación. Un acuerdo similar se firmó entre los laboratorios Bristol-Myers Squibb y el gobierno de Surinam.
Preguntas de repaso:
- ¿Por qué las plantas son una buena fuente de medicinas?
- ¿Qué es la bio-piratería?
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Continúa: Plantas Medicinales (continúa)
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