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Los bosques lluviosos: Oportunidades en desaparición
Vista aérea de la erosión en Madagascar. (Foto de R. Butler)
CONSECUENCIAS A NIVEL LOCAL Y NACIONAL
PÉRDIDA DE LA REGULACIÓN LOCAL DEL CLIMA
Los efectos más inmediatos de la deforestación se dan a nivel local. Con la pérdida de bosque, la comunidad
local modifica el sistema que les brinda servicios valiosos, aunque frecuentemente menospreciados, como asegurar el flujo regular de agua,
además de limpiar y proteger a la comunidad de las inundaciones y la sequía. El bosque actúa como un tipo de esponja, que absorve la precipitación durante las tormentas tropicales, retiene los suelos y libera agua a intervalos regulares de tiempo. Este tipo de regulación de los bosques lluviosos ayuda a moderar los efectos destructivos de las inundaciones y la sequía, que ocurren con la tala de los bosques.
Cuando se pierde la cubierta del bosque, el agua fluye rápidamente hacia los arroyos, lo que eleva los niveles de los ríos y deja expuestas a aldeas, ciudades y campos agrícolas ante las inundaciones, especialmente durante la época de lluvias. Durante la época de secas, las corrientes son susceptibles a los largos meses de sequía, lo que interrumpe la navegación de los ríos, causa estragos en los cultivos e interrumpe las operaciones industriales.
Huracán Mitch
Situados en cuestas escarpadas, los bosques de montaña y cuencas son especialmente
importantes para asegurar el flujo de agua e inhibir la erosión, aunque durante la década de 1980, las montañas sufrieron
la tasa más alta de deforestación dentro de los bosques tropicales.
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Vista aérea de la erosión en el oeste de Madagascar
¿La deforestación provoca inundaciones?
No directamente, de acuerdo con un estudio realizado en el 2005 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Centro de Investigación Forestal (CIFOR). Estas organizaciones encontraron que la frecuencia y extensión de las grandes inundaciones no ha cambiado durante el último siglo, a pesar de las reducciones significativas en la cubierta forestal. La FAO y CIFOR afirman que la deforestación influye en las inundaciones menores y la erosión del suelo, ya que elimina los efectos amortiguadores y de retención del suelo. Además, el reporte acusa al gobierno asiático de utilizar a la deforestación como una excusa para desviar las críticas sobre el manejo deficiente de los asentamientos humanos en áreas que no son convenientes para vivir.
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Además, el bosque aumenta la humedad local a través de la transpiración (proceso mediante el cual las plantas liberan agua
a través de las hojas), lo que contribuye con la precipitación local. Por ejemplo, del 50-80 por ciento de humedad en la Amazonia
central y occidental permanece dentro del ciclo del agua del ecosistema. En este ciclo, la humedad se transpira y evapora
en la atmósfera, lo que da como resultado la formación de nubes de lluvia antes de que el agua se precipite como lluvia de vuelta al bosque. Cuando los bosques
son talados, se evapotranspira una cantidad menor de humedad en la atmósfera, lo que trae como consecuencia una menor formación de nubes de lluvia.
La precipitación disminuye y el área queda expuesta a la sequía. Si la precipitación cesa, dentro de pocos años el
área puede volverse árida, debido a los severos rayos solares que penetran en la maleza. En la actualidad, Madagascar es un gran desierto
de color rojo, que carece de árboles debido a que ha estado expuesto a varias generaciones de severa deforestación. El flujo de los ríos ha disminuido y una menor cantidad de agua
llega a las ciudades y a los campos agrícolas. La disminución de la precipitación en los países del interior de África occidental
se le ha atribuido a la tala extensiva de los bosques lluviosos de la costa. De modo similar, una nueva investigación en Australia sugiere
que de no ser por la influencia humana —en especial por los incendios agrícolas—el interior seco de la isla podría ser
un lugar más húmedo y hospitalario de lo que es en la actualidad. El efecto del cambio en la vegetación de los bosques, que favorece la precipitación
en los pastizales y arbustos, puede tener un impacto en los patrones de precipitación. Colombia, que se encontraba en segundo lugar a nivel mundial, en cuanto a reservas de agua dulce, cayó
al lugar 24 debido a la deforestación extensiva de los últimos 30 años. La tala en los alrededores de Kuala Lumpur, capital de Malasia,
combinada con las condiciones de secas creadas por El Niño, provocó el estricto racionamiento de agua
en 1998, y por primera vez la ciudad tuvo que importar agua.
Existe una gran preocupación, debido a que la deforestación podría conducir a una disminución significativa en la precipitación, además de
desencadenar un proceso de retroalimentación positiva en el incremento de la desecación de la cubierta forestal vecina; lo que reduciría sus reservas
de humedad, y su vegetación fomentaría la desecación de la región. Eventualmente, el efecto se podría extender
fuera de la región, afectando importantes zonas agrícolas y otras cuencas. En la Conferencia sobre Cambio Climático
de Buenos Aires, Bretaña, citando un estudio de impacto realizado por el Instituto de Ecología de Edinburgo, sugirió
que el bosque lluvioso del Amazonas podría perderse en 50 años debido a los cambios en los patrones de precipitación, inducidos por el calentamiento global
y el cambio de uso de suelo.
El bosque recientemente desecado es vulnerable ante los incendios devestadores. Estos incendios se materializaron en 1997 y 1998 en conjunción
con las condiciones secas creadas por El Niño. Millones de acres de bosque se quemaron, mientras el fuego se extendió a través de Indonesia, Brasil,
Colombia, América Central, Florida, entre otros sitios. El Centro de Investigaciones Woods Hole advirtió que más de 400,000 kilómetros cuadrados de la Amazonia brasileña eran sumamente vulnerables a los incendios en 1998.
¿Guerra por el agua?
Las pérdidas de fuentes de agua dulce están consideradas como una de las amenazas inmediatas de la seguridad nacional en muchos países. El agua dulce—requerida para consumo humano, agricultura y operaciones industriales—o su carencia puede tener un tremendo impacto en el clima social, económico y político de un país. Conscientes de la importancia del agua, los políticos del futuro tratarán de asegurar suministros de agua dulce o financiarán guerras para acceder a otras fuentes de agua. La demanda de agua se incrementa con la mejora del nivel de vida, de modo que los políticos del futuro se preocuparán por garantizar siministros de agua dulce. Los países en vías de desarrollo, en donde las condiciones políticas y sociales normalmente son tensas, probablemente experimentarán las mayores presiones debido a la reducción de las fuentes de agua. En el futuro, las guerras serán por agua, no por el petróleo. Egipto le ha advertido a sus vecinos —Sudán y Etiopía—que está dispuesto a pelear en una guerra para obtener las aguas del Nilo.
Preguntas de repaso:
- ¿Cómo ayudan los bosques lluviosos a moderar los ciclos de inundación y sequía?
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Continúa: Erosión del suelo
Excepto donde sea indicado expresamente, todo el contenido de este sitio web ha sido escrito por Rhett A. Butler. Este sitio web ha sido traducido por Genoveva Trejo Macías.
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